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    No es ningún misterio que comprar comida orgánica puede llegar a ser un golpe fuerte en la cartera, y más aún cuando eres una novata en la compra de productos orgánicos. Recuerdo que cuando hice el cambio de comida convencional, a comida orgánica, los recibos de los supermercados eran muy altos. Es por esta razón que muchos no se atreven a tener un régimen alimenticio orgánico, porque piensan que es demasiado caro. Con el tiempo aprendí varias estrategias que me ayudaron semanalmente a mantener mi cartera un poco más llena. Aquí les preparé una lista de ideas que fueron y son muy exitosas a la hora de ahorrar.



    1- Planear un menú semanal.
    Para mí, esta idea es la más importante de todas. Lo primero que hago al comenzar mi menú, es verificar los alimentos que ya tengo en la nevera y en mi alacena. Cuando uno compra productos orgánicos, no se puede desperdiciar nada, sería un crimen que una lechuga de $5 dólares o unos tomates orgánicos de $4 dólares se dañen por no usarlos. Es crucial para el ahorro, utilizar las cosas que tenemos y complementarlas con alimentos nuevos. A la hora de ir al supermercado compre solo alimentos que estén en liquidación o en temporada. Para aquellos que no saben, los vegetales y frutas orgánicos tienen temporadas, esto significa que probablemente alguno de ellos no estarán disponibles todo el año, ya que el clima o la tierra, no permite su cultivo o crecimiento. Cuando un vegetal o fruta está en temporada, el supermercado comúnmente cuenta con una gran capacidad de este, por esa razón el producto es más económico. Cuando un producto no esta en temporada, su precio es más alto, ya que no existe una cantidad grande para los consumidores. Trata de hacer tu menú rodeado por los vegetales, frutas y productos que estén en liquidación, si es posible compre más de los artículos que están a bajo precio y guárdelo para las siguientes semanas. Si eres una persona que está comenzando a comer orgánico te recomiendo que siempre tengas en tu alacena habichuelas secas, salsa de tomate, caldo de pollo en caja, pastas, arroz, aceite de oliva extra virgen, hojuelas de avena, azúcar de coco, aceite de coco, harina multiusos, sal y pimienta. En tu nevera nunca debe faltar la cebolla, ajo, hierbas frescas, leche, mantequilla y huevos, estas son las cosas más básicas que podríamos necesitar para cocinar cualquier comida. Cuando cocines una receta nueva, y es de tu agrado, escríbela en un papel y mantenla en un una carpeta. Cada vez tendrás más y más recetas, y la planificación del menú cada semana será más fácil.

    2- Tener su propio huerto.
    Suena muy divertido tener nuestro propio huerto, pero es una labor que requiere mucha dedicación. Yo cuento con un huerto de hierbas, es la manera más fácil de comenzar. No requieren mucho cuidado, solo agua, abono orgánico, sol y un poco de vinagre para cuando veamos animalitos no deseados. Hay personas que hacen su propia composta “abono”, los admiro grandemente, yo no soy amante a las lombrices, es por esa razón que no lo hago. Cada semilla que sembremos, nos dará fruto constantemente y esto a la larga representa un ahorro enorme. Además te cuento que no hay nada más rico que el sabor de un alimento sacado de un huerto, las frescura es incomparable. Verifique si en el área done vives existe un huerto comunitario, hoy en día muchas comunidades tienen uno. No tenga miedo en comenzar el tuyo propio, en el internet hay muchas páginas educacionales acerca del tema.

    3- Trate de comprar en un “Farmer’s Market”
    Si no sabes lo que es un farmer’s market, te cuento que te estás perdiendo una de las experiencias más enriquecedoras. Comúnmente los productos son más económicos que los supermercados, debido a que es una venta directa, el cultivador es la persona que los vende. La comida es fresca y cultivada en tu comunidad. El cultivador te puede dar información muy valiosa acerca del producto que le estas comprando, en ocasiones te recomiendan recetas y te hablan de la manera que el producto fue hecho o cultivado. Además estas ayudando al medio ambiente ya que estos productos no necesitan ser empacados y si lo están, son de materiales reciclables. Cada vez que compras algo en un “farmer’s market” estas estimulando la economía local.

    4- Comprar en grandes cantidades.
    Lea cuidadosamente, en mi opinión tener una membresía en un almacén (Costco, Sam’s, BJ’s) puede ser un arma de doble filo. El comprar cosas en grandes cantidades no siempre es una buena opción, por ejemplo, cuando compramos cosas que no necesitamos por el simple hecho que están en liquidación. Nunca entre a estos almacenes sin lista en mano, ya que la mayoría de veces somos tentados a comprar cosas que no habías pensado y terminamos gastando más. Compare los precios con los del supermercado, en ocasiones al comparar el precio neto por cada artículo, nos damos cuenta que no hay diferencia, entonces es ahí donde digo que no hay necesidad de comprar en grandes cantidades. Estos almacenes pueden ser beneficiosos cuando se compra inteligentemente.


    5- Utiliza cupones.
    Hoy en día el uso de cupones es muy popular. Los podemos encontrar en los periódicos, revistas e internet. Estos no solo son de gran beneficio para las compra de comida orgánica, también lo son para artículos no comibles. Una buena manera de ahorrar dinero para comprar alimentos orgánicos, es tratar de gastar menos dinero en artículos alrededor del hogar, de limpieza y de higiene personal. Trata de comprar los artículos más económicos y si no lo son, pues cómprelos con cupones. Tenga en mente que cada dólar mal usado, es un dólar menos que tiene para su comida orgánica.

    6- Considere marcas genéricas.
    La mayoría de los supermercados tienen una línea de productos orgánicos, estos son mucho más baratos que las marcas reconocidas. No piense que por su bajo costo son de baja calidad, muchos de estos productos están hechos con los mismos ingredientes que los productos de alto costo, solo que no tienen el nombre de una marca reconocida, ni un logo altamente mercadeado, es por esa razón su bajo precio. Gracias a estas líneas genéricas, el comer orgánico es posible para muchas familias.

    7- Compara precios.
    La comparación de precios es muy importante, se sorprenderá lo mucho que puede ahorrar teniendo en consideración esto. Cada vez que visite el supermercado lleva una libreta pequeña y anota todos los precios de los artículos que más utilizas. Cuando hayas visitado varios compara y opta por comprar los artículos de más bajo precio en cada uno de los supermercados.

    8- Considera comer platos vegetarianos.
    Uno de los artículos más caros en el “mundo orgánico” son las carnes, casi cuestan un ojo de la cara. El tratar de sustituir la carne por habichuelas o vegetales nos ayudara a ahorrar dinero. Además quedamos con la satisfacción de que por ese día le perdonamos la vida a un animal.

    9- Haga sus propias meriendas y postres.
    Evite la compra de granola, galletas, mantecado, batidos y barras. No todo lo orgánico es saludable y muchos de estos productos contienen ingredientes que es mejor evitarlos. Además si hacemos nuestras meriendas ahorramos dinero, ya que las opciones orgánicas procesadas no son nada económicas. Lo más positivo de todo esto es que controlamos la calidad y los ingredientes del producto.

    Ojalá mis ideas sean de mucha ayuda, si tienes ideas diferentes no dudes en compartirlas.